SOBRE MÍ
Nací en Badajoz en 1989, lo que ya dice algunas cosas sobre mí; por ejemplo, que soy un millennial de manual, pero también que me he criado en una parte de la España olvidada, donde los trenes salen ardiendo a la primera de cambio y te dejan tirado en medio de la nada con las esperanzas convertidas en cenizas.
Supongo que mi trayectoria literaria empezó en el año 2000, a la tierna edad de diez años, cuando escribí, para el certamen de cuentos de mi colegio, un relato sobre un chico que se iba a Alaska en busca del amor (mi profesora me riñó porque: «¿Qué sabes tú sobre Alaska? Escribe sobre lo que sabes»). Ese relato me valió el primer premio del certamen (el primer volumen de Harry Potter), y yo quise decirle a mi profesora «¿Qué sabe usted sobre nada?», pero no lo hice.
Durante los años que estuve estudiando fuera de Badajoz (Psicología en Salamanca, y Fotografía en Madrid) escribí —de manera desordenada y con dudoso acierto— todo aquello que se me pasaba por la cabeza en un blog que por fortuna ya no existe. También escribí sobre música en diversas publicaciones.
En 2016 autopubliqué un fotopoemario de título B-612, que utilicé como proyecto final de mis estudios de fotografía.
En 2019 y en 2020 decidí aportar mi granito de arena a las letras extremeñas con sendos relatos (Treguas y La fiesta terminó) que formaron parte de las ediciones de esos años de El vuelo de la palabra (antología de carácter anual publicada por el Ayuntamiento de Badajoz). En 2021 se me pasó el plazo. En 2022 publiqué Réquiem.
Las flores que crecen en el barro (en proceso de maquetación) es mi primera novela, en la que, haciendo caso del que a la larga ha sido uno de los mejores consejos de mi vida, he escrito no sobre mí, pero sí sobre lo que sé.
Cuentos para después de misa (también en proceso de maquetación) es mi primera antología de relatos, algunos de los cuales se pueden leer en esta web.
En proceso de maquetación es una forma de hablar.
Nací en Badajoz en 1989, lo que ya dice algunas cosas sobre mí; por ejemplo, que soy un millennial de manual, pero también que me he criado en una parte de la España olvidada, donde los trenes salen ardiendo a la primera de cambio y te dejan tirado en medio de la nada con las esperanzas convertidas en cenizas.
Supongo que mi trayectoria literaria empezó en el año 2000, a la tierna edad de diez años, cuando escribí, para el certamen de cuentos de mi colegio, un relato sobre un chico que se iba a Alaska en busca del amor (mi profesora me riñó porque: «¿Qué sabes tú sobre Alaska? Escribe sobre lo que sabes»). Ese relato me valió el primer premio del certamen (el primer volumen de Harry Potter), y yo quise decirle a mi profesora «¿Qué sabe usted sobre nada?», pero no lo hice.
Durante los años que estuve estudiando fuera de Badajoz (Psicología en Salamanca, y Fotografía en Madrid) escribí —de manera desordenada y con dudoso acierto— todo aquello que se me pasaba por la cabeza en un blog que por fortuna ya no existe. También escribí sobre música en diversas publicaciones.
En 2016 autopubliqué un fotopoemario de título B-612, que utilicé como proyecto final de mis estudios de fotografía.
En 2019 y en 2020 decidí aportar mi granito de arena a las letras extremeñas con sendos relatos (Treguas y La fiesta terminó) que formaron parte de las ediciones de esos años de El vuelo de la palabra (antología de carácter anual publicada por el Ayuntamiento de Badajoz). En 2021 se me pasó el plazo. En 2022 publiqué Réquiem.
Las flores que crecen en el barro (en proceso de maquetación) es mi primera novela, en la que, haciendo caso del que a la larga ha sido uno de los mejores consejos de mi vida, he escrito no sobre mí, pero sí sobre lo que sé.
Cuentos para después de misa (también en proceso de maquetación) es mi primera antología de relatos, algunos de los cuales se pueden leer en esta web.
En proceso de maquetación es una forma de hablar.